jueves, 21 de agosto de 2014

Koalas en peligro de extinción

El koala, un animal realmente hermoso y amigable, que su único hábitat es el este de Australia está en peligro de extinción.
Es un marsupial arborícola su aspecto se asemeja al de un oso de peluche, con hábitos muy tranquilos similares a los de un perezoso.
Los koalas viven en los altos eucaliptos -un árbol característico de países tropicales- y son exigentes con su comida, hay alrededor de 600 especies de eucaliptos en Australia, pero los koalas sólo comen alrededor de 120. Incluso, los koalas de ciertas áreas sólo comen cuatro o seis especies.



Un koala adulto come hasta un kilogramo de hojas cada noche. Un bosque de eucaliptos sólo puede sostener a un cierto número de koalas, por ello los animales en hábitats superpoblados o destruidos mueren de hambre, produciendo su inminente extinción.



Miden entre 60 y 100 cm, pesan entre 7 y 12 kilos, de cuerpo bajo y redondeado, sólo paren 1 cría por parto y muy raramente dos. La nariz del Koala presenta un desarrollo particular, pues le permite olfatear las hojas y saber perfectamente cuales son comestibles y cuales le caerían mal, a la vez que olfatea la proximidad de otros koalas, o sus rastros.
Los koalas viven arriba de los árboles y realizan la mayor parte de sus actividades de noche. Duermen 20 horas al día para no gastar energías. Sus depredadores naturales son los dingos, las lechuzas, las águilas, los varanos, los buitres y las serpientes pitón. También las épocas de sequía y los incendios resultan peligrosos. Por décadas su población ha ido en descenso debido a la expansión urbana, accidentes automovilísticos, y ataques de perros.




Otras de las principales causas de la extinción de los Koalas es la caza por su pelaje que es muy suave, de color marrón o gris platinado hace su venta como piezas de colección o para fabricar costosos abrigos.
La extinción total de los Koalas podría darse en 15 años debido a la continua urbanización y a la destrucción del 80 % por ciento de los bosques templados de las costas este de Australia, la cadena alimenticia de los koalas es muy equilibrada, por lo que cualquier cambio leve puede traer consecuencias nefastas. Afortunadamente en la actualidad hay leyes australianas de protección para evitar el peligro de extinción de los Koalas.




Los koalas serán declarados "especie amenazada" en algunas zonas de Australia

Los koalas serán declarados "especie amenazada" en algunas zonas de Australia
Los koalas serán declarados especie "amenazada" en el sur de Queensland y "vulnerable" en algunas zonas de Nueva Gales del Sur (Australia). EFE/Archivo
Sídney (Australia) (EFE).- Los koalas serán declarados "especie amenazada" en algunas zonas de Australia para proteger la caída de la población de este marsupial a causa de la sequía, el cambio climático y las enfermedades.
Se espera que el Ministerio de Medio declare "amenazada" a esta especie en el sur de Queensland y "vulnerable" en algunas zonas de Nueva Gales del Sur, ambos estados en el este del país.
La medida ha sido calificada de insuficiente por el partido de Los Verdes y la Fundación del Koala Australiano, quienes piden una mayor protección de este animal, que estuvo a punto de desaparecer a principios del siglo XX por la caza para hacerse con su piel.
Los grupos ecologistas sospechan que el Gobierno será menos exigente en las áreas donde hay intereses del sector del carbón y el gas, ya que la declaración de "especie amenazada" dificultará el desarrollo de infraestructuras.
Denuncian que en Gunnedah, conocida como la "capital de los koalas" en Nueva Gales del Sur, no serán considerados "amenazados", a pesar de que su población ha descendido un 75 por ciento desde 1993 cuando su número llegaba a los 15.000.
Los cálculos más pesimistas sitúan el número de koalas en estado salvaje en unos 100.000, aunque su número continúa decreciendo principalmente a causa de la pérdida de hábitat y la enfermedad de la clamidia.
Esta bacteria, contra la que los científicos investigan una vacuna, produce lesiones en los genitales y los ojos de los koalas causándoles infertilidad y ceguera y los consume lentamente hasta la muerte.
Todavía hay muchas incógnitas sobre cómo comenzaron a contraer los koalas esta enfermedad, pero se cree que fue introducida por una oveja que llegó con los primeros colonos europeos o que estuvo presente siempre y comenzó a propagarse con rapidez en los últimos 200 años.

La clamidia, que ataca a varias especies de animales, se transmite entre la población de koalas durante el alumbramiento, la copulación o en peleas.

Tomado de:

¿Es realmente tan mala la extinción?

 Lunes, 15 de abril de 2013
Alca gigante, ave embalsamada
El alca gigante es una de las especies que ha desaparecido. La última pareja fue cazada en 1844.
¿Es realmente tan mala la desaparición de especies? Me doy cuenta de esta pregunta es como una mina antipersonal o una trampa de elefante. Y es que probablemente le pone a varios los pelos de punta.
Pero pregunto –porque no hago más que preguntarme– si a veces nos olvidamos de una triste realidad de la historia de la vida en la Tierra: que la extinción siempre ha estado con nosotros.
Ciertamente, estamos mucho mejor sin velociraptors merodeando nuestras ciudades. Nuestras calles son más seguras sin los tigres dientes de sable. E imagínese tratando de aplastar a uno de esos insectos gigantes prehistóricos como una libélula del tamaño de un buitre.
La cuestión de la extinción apareció recientemente en las conversaciones sobre la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Flora y Fauna Silvestres (CITES), el Tratado destinado a salvar a las especies en peligro de extinción de los efectos devastadores del comercio.
La masacre de rinocerontes, la destrucción de elefantes, el triste pasado del tigre… Todos alzaban sus perfiles mientras los delegados en Bangkok discutían sus destinos.
"La cruda realidad es que el mundo de los vivos es una empresa inquieta, agitada en la que nada es para siempre. Sorprendentemente, casi todas las formas de vida que han existido en el planeta se han extinguido."
David Shukman, editor de Ciencia de la BBC
Y debería perdonarse a cualquiera que, tras oír las protestas y las campañas, las estadísticas impactantes sobre las pérdidas, pensara en la extinción como un nuevo tipo de mal que no existía hasta que la rapaz e insensible humanidad llegó al planeta.
Hay que decirlo aquí y ahora: algunos de los ejemplos más terribles son, en efecto, el resultado de actividades humanas a veces inconscientes, a veces descuidadas.

Orden natural

Sin embargo, teniendo una visión a largo plazo, la extinción ha sido parte del orden natural de las cosas en toda la historia de la Tierra.
El episodio más famoso fue la pérdida de los dinosaurios. Y otras cuatro grandes extinciones masivas han sido identificadas. Una de ellas mató a algo así como el 90% de las especies.
Pero también existe el denominado "ambiente" de extinción: especies que se desvanecen año tras año, criaturas que tranquilamente van perdiendo terreno frente a otras y que desaparecen. Estas no necesariamente son espectaculares. De hecho, son de rutina.
El resultado es que una especie media sólo dura unos pocos millones de años. Y los mamíferos tienen el peor rendimiento, sobreviviendo entre uno y dos millones de años. Del otro lado, las almejas lo hacen algo mejor, de cinco a siete millones.
Unos pocos sobrevivientes más fuertes –la tortuga laúd es un buen ejemplo de un diseño robusto– logran aferrarse a la supervivencia por decenas de millones de años.
Pero la cruda realidad es que el mundo de los vivos es una empresa inquieta, agitada en la que nada es para siempre. Sorprendentemente, casi todas las formas de vida que han existido en el planeta se han extinguido.
Vale la pena hacer una pausa para digerir lo que esto significa. Algo así como el 90% –o incluso el 99%, según algunas estimaciones– de todo tipo de criatura marina o terrestre, insecto o planta que disfrutaron de un segundo en la tierra y luego desaparecieron en el olvido.
Algunos se transformaron en restos fósiles y terminaron en las estanterías de los museos. Otros se fueron sin dejar ningún rastro.

Sin luto

Solitario Jorge
El solitario Jorge fue la última tortuga de su subespecie en Galápagos.
Charles Darwin escribió sobre la extinción en su obra maestra "El Origen de las Especies".
Para él, el proceso de la evolución involucra nuevas especies que ganan terreno y otras que lo pierden. Definitivamente, Darwin no lloró la muerte de los perdedores.
Así, en el clamor por conservar una gran cantidad de especies emblemáticas, ¿hay razones para que seamos más realistas en cuanto a nuestra capacidad para intervenir? ¿Puede que sea incómodo aceptar que no podemos salvar todo?
Es un hecho que las criaturas con las mejores posibilidades son aquellas de apariencia adorable o miradas con ojos de amor, las cuales han atraído un mayor apoyo. Nadie se desvive por salvar al gusano tubícola.
Pero ¿debería cambiar de énfasis si las extinciones hoy son culpa nuestra? O, peor aún, si las pérdidas se están acelerando a causa de nosotros, los humanos, por destrozar, contaminar el hábitat o simplemente matar a todos los miembros de una especie.
Hay una larga lista de animales cuya desaparición dependió directamente de la acción humana.
Me encontré con uno de ellos en las Islas Galápagos hace unos años. El solitario Jorge, la última tortuga gigante de su especie, un ser pesado, de ojos tristes, una criatura entrañable.
En su isla natal, las plantas de las que él y los suyos dependían, fueron mordisqueadas por las cabras traídas por los marineros, mientras que sus huevos fueron devorados por las ratas que saltaban de los barcos. Las propias tortugas fueron llevadas a bordo para ser utilizadas como despensas vivientes.
Es evidente que las actitudes del mundo natural cambian con el tiempo y varían entre regiones.
Para un campesino pobre de África, la caza furtiva de elefante por sus colmillos es dinero fácil. Para la gente en China, marfil y cuernos de rinoceronte son importantes culturalmente y –por error– medicinalmente.
La conservación es una idea bastante nueva, el marfil solía ser un componente básico en las negociaciones del Imperio Británico.
Hoy, en contraste, encontré la visión de una pila de colmillos de contrabando en el aeropuerto de Bangkok profundamente deprimente. El olor era intenso y un funcionario de aduanas dijo que el marfil "olía a muerte".

Los efectos no intencionales

Charles Darwin
Darwin estudió sin pena cómo algunas especies se extinguían mientras las más fuertes sobrevivían.
¿Cuáles son los argumentos para resistirse a la extinción? Uno es puramente egoísta: la economía.
Por ejemplo, si pescamos hasta el último atún disponible, miles de personas en el sector de la pesca van a perder sus puestos de trabajo. Del mismo modo, si cada león o elefante es cazado, el turismo se verá afectado. La extinción puede tener costos en dinero contante y sonante.
Además, la eliminación de especies "clave" puede tener efectos no deseados. La pérdida de una planta o animal en una cadena alimentaria puede afectar a toda una red interdependiente, de alguna manera que todavía no hemos entendido.
En Tailandia me enteré de que muy pocos tigres significaban ciervos de más. A su vez, eso significaría una mayor destrucción de la vegetación con un efecto en cadena sobre las aves y los monos que viven en los árboles.
Otro argumento es el moral, ya que, como la especie más poderosa del planeta, tenemos la obligación de no destruir a los demás, mucho menos por negligencias injustificables.
En otras palabras, una marca de civilización sería asumir la responsabilidad de la supervivencia de las especies más débiles.
Un último punto que me parece convincente es que nosotros somos la primera especie que ha adquirido el conocimiento notable de que cada ser vivo tiene ADN en su núcleo. Todos compartimos eso.
Quizá no nos gusten todos nuestros compañeros de mundo –hormigas, arañas, babosas, serpientes– pero estamos relacionados con ellos. En un sentido extremadamente amplio, son familia.
Comprender eso le da al peligro de extinción –y a nuestro papel– una luz muy diferente.

Reportaje sobre la conservación de los gorilas de Odzala

Gorilas de Odzala





Aquí les presento algunos vínculos a otros otros blogs de interés relacionados con especies es peligro:



  1. Guido Fco. Pappe Ortega  Rescatemos la Fauna
  2. Minerva Nathalie Paredes Moreno  Especies en Extinción 
  3. Antonietta Serrano Pardo  Salvemos Nuestro Planeta
  4. Yi Min Shum Xie  Tomando Conciencia 
  5. Iliana Mejias En la Copa del Eucalipto